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¿Cómo es visitar la frontera entre las Coreas?

Uno de los lugares más intrigantes de todo el mundo es la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, ese lugar conocido como el DMZ (Korean Demilitarized Zone). Durante mis primeros 2 años de vivir en Seúl sentí nervios de visitar este lugar que engloba el borde más vigilado y hostil del mundo. Pero, finalmente, tuve la oportunidad de visitarlo y estoy contenta de al fin haberlo hecho.

Hace unas semanas escribí aquí en el blog un artículo acerca del origen de aquella frontera. ¿Si te acuerdas? Ja, bueno, si no, te vuelvo a contar muy brevemente que esta área fronteriza fue establecida el 27 de julio de 1953 después de que un armisticio del cese al fuego a la guerra entre las dos Coreas se firmara. Cese el fuego, pues técnicamente las dos naciones han seguido en guerra todos estos años.

Aquella frontera está a tan solo 50 km al norte de la ciudad de Seúl y toma una hora en llegar. Divide la península coreana en lo que se conoce como Corea del Norte y Corea del Sur y se extiende 250 km a lo largo y 4 km a lo ancho. 2 km de ancho pertenecen al norte y 2 km al sur; en el punto de encuentro está la Línea de Demarcación Militar, línea donde físicamente se separa el norte del sur.

La zona donde está la actividad y donde vas en tour es tan solo una parte de todos esos kilómetros fronterizos. La mayoría está deshabitada, protegida con minas y alambres de púas; y por lo tanto se ha convertido en un albergue de variada flora, fauna y de animales en vía de extinción.

El DMZ está divido en varias áreas. Una de ellas es el JSA (Joint Security Area), única área donde los soldados de Corea del Norte y Corea del Sur se encuentran cara a cara. Es allí donde están las casas azules que todos relacionamos con la frontera y que ves en las fotografías. Es allí también donde se llevan las reuniones de unificación y donde se firmó el cese al fuego en 1953.

Para ir a esta área del DMZ tienes que ingresar en un tour autorizado. Tour que debes reservar con mínimo 4 días de anticipación adjuntando copia de tu pasaporte. Hay ciertos lugares del DMZ a los que puedes entrar sin tener que reservar con anticipación, pero tendrías que llegar allí por tu cuenta. Es por ello que ir en tour es lo más recomendado.

No todos los tours que van al DMZ te llevan al JSA, así que asegúrate de que el que reserves contenga esta área. Es la más representativa de toda la frontera.

En nuestro tour fuimos a 4 áreas: empezamos con el JSA, pasamos por el observatorio de Dorasan, la estación de tren de Dorasan y terminamos con un recorrido en el tercer túnel.

Visita a la frontera coreana

Comenzamos el día a las 7am. El tour lo reservamos con la agencia Koridoor y llegamos a la oficina del USO (United Service Organizations) en Seúl, administrada por el ejército norteamericano, para enlistarnos con nuestros pasaportes.

Firmamos también un documento aceptando que nadie es responsable de accidentes, lesiones o incluso la muerte dentro del borde. Ouch!

El bus lo abordamos a las 7:15am y a las 7:30am ya estábamos arrancando. Durante el recorrido una guía, coreana pero con buen inglés, nos fue contando datos de Seúl y haciendo algunos chistes. Aprendí, por ejemplo, que en el río Han hay un total de 31 puentes, la misma cantidad que los sabores de helado en Baskin-Robbins. Vea pues, vaya comparación.

A las 8:30am llegamos a la frontera. La primera parada sería el JSA, pero antes de entrar allí, esperamos 15 minutos en el bus y un soldado norteamericano se subió a revisar nuestros pasaportes. Esta zona está bajo la autoridad del Comando de las Naciones Unidas (UNC) y por eso están protegiendo soldados tanto coreanos, como del ejército norteamericano.

Pasamos primero al centro de visitantes del JSA (todavía no a las casas azules) donde aquel soldadito expuso en 15 minutos la historia de la frontera.

JSA (Joint Security Area)

Con la apropiada dosis de historia coreana, nos montamos en otro bus exclusivo para el área, no podíamos llevar nada (excepto la cámara) y la guía no era la coreana sino el soldado norteamericano.

A los pocos minutos nos bajamos del bus. Entramos a una edificación conocida como La Casa de la Libertad y organizados en fila, subimos unas cuantas escaleras. El soldado nos recalcó varias veces que no hiciéramos nada hasta que él diera la orden, pues en semejante zona tan vigilada es muy importante actuar con delicadeza.

Dimos unos cuantos pasos más hacia el frente y salimos de la Casa de la Libertad. Formamos una hilera mirando hacia al frente, ¡cuan batallón! y quedé estupefacta al estar enfrente de tales casitas azules que tantos nervios me habían dado.

Estando allí era prohibido tomar fotos del sur, del este o del oeste, solo era posible tomar fotos al norte, que era lo que tenías al frente: Corea del Norte. No se escuchaba nada aparte de la voz de nuestra guía. Estuvimos ahí unos 5 minutos, con solo 1 para tomar las fotos.

Entramos a una de las casas donde están las salas de conferencias, lugar donde se hacen las reuniones de unificación. Allí hay unas mesas de madera y soldados vigilando parados como estatuas. La mesa principal —la que tiene la bandera de las Naciones Unidas— está sobre la Línea de Demarcación Militar (MDL) que representa físicamente la frontera. Pisarás entonces, por unos pocos segundos, tierra perteneciente a Corea del Norte.

Estos soldados que se ven acá son de Corea del Sur. Con gafas negras para evitar confrontación visual, y con pose de defensa de Taewkondo, no podías evitar hacerlos la atracción del lugar.

Estuvimos allí adentro menos de 10 minutos. A pesar de que se tenía que andar con delicadeza, no sentí peligro estando allí. ¡Así que tranquilos! Los medios exageran la situación coreana.

Nos devolvimos al centro de visitantes, vimos su exhibición, entramos a la tienda de recuerdos, cambiamos al bus que nos había traído desde Seúl y nos alistamos para la siguiente parada.

Observatorio de Dorasan

La segunda parada es el observatorio de Dorasan, o de la montaña de Dora (San significa montaña en coreano). Esta queda situada en el punto más al norte de la zona desmilitarizada y desde allí puedes ojear Corea del Norte.

No es permitido tomar fotos una vez pasas una linea amarilla pintada en el piso, pero lo que sí podrás hacer es rentar unos binoculares poniendo una moneda de $500 KRW y ver la Villa Propaganda Kijong-dong y la ciudad de Kaesong.

Se dice que Kijong-dong es una villa que esta realmente inhabitada. De ahí que sea una villa propaganda. Fue construida en la década de 1950 para hacerle creer a Corea del Sur que Corea del Norte estaba viviendo una vida próspera. Si rentas los binoculares puedes ver que los edificios no tienen ni vidrios en las ventanas.

Almuerzo

Después del observatorio fuimos a almorzar a las 11:30am. Habían dos opciones de menú que nos tocó pedir desde esa mañana: Bibimbap por $7000 KRW o bulgogi por $10000 KRW (el almuerzo no está pago dentro del tour).

Pensé que iba a ser en un restaurante más tradicional pero era una cafetería. Pagamos en efectivo a la entrada, nos dieron un tiquete para reclamar el almuerzo y en una bandeja nos servimos nosotros mismos la comida.

Estación de tren de Dorasan

La estación de tren de Dorasan es la parada más al norte de las líneas ferreas en Corea de Sur. Está ubicada a 55km de Seúl y a 205km de Pyongyang, capital de Corea del Norte. Desde el 4 de mayo de 2014 se puede llegar allí usando la  línea Gyenguiseon, desde Seúl.

Fue construida en el 2002 con deseos de reunificación entre las dos Coreas. Por un corto periodo entre los años 2007 y 2008, un tren industrial partía de aquí con destino hacía la ciudad de Kaesong en Corea del Norte llevando materias primas y retornaba con productos terminados.

Sin embargo, a finales del 2008 Corea del Norte no admitió el paso de los trenes acusando a Corea del Sur de políticas confrontacionales.

Compramos la entrada a la plataforma que nos costó $1000 KRW. Con la entrada te dan una postal y en ella puedes poner una estampa de Corea del Norte.

Y este es el tren que viene desde Seúl.

Tercer túnel

El tercer túnel es uno de los cuatro túneles encontrados por Corea de Sur y construidos por Corea del Norte con el fin de invadir Seúl.

Fue descubierto en 1978 y tiene una longitud de 1.6km, una altura de 2 metros y 2 metros de ancho. Está a 73 metros bajo tierra y se dice que allí se pueden movilizar 30.000 soldados en una hora.

Hasta ahora se han encontrado 4 túneles, pero Corea del Sur junto con el ejército americano sospechan que pueden haber muchos más y están activamente buscando en el DMZ rastros de algún otro.

Para recorrer el túnel tienes que dejar todas tus pertenencias en un locker; no permiten tomar fotos, y tienes que ponerte un casco amarillo. La bajada hacia el túnel es bien empinada, eso sí espaciosa y alumbrada, a comparación del túnel que es bastante estrecho.

La caminada dentro del túnel es incómoda, especialmente si mides más de metro y medio. Es imprescindible que lleves el casco puesto todo el tiempo y zapatos muy cómodos. El recorrido de ida y vuelta se demora 30 minutos en promedio.

Eran ya las 2pm y nos subimos al bus con rumbo a Seúl nuevamente. Fue una larga jornada de 8 horas, pero lo que vi ese día me abrió los ojos a la historia del preciado país en el que ahora vivo. ¡Sumamente recomendado! Es un tour informativo y tranquilo.

Qué debes tener en cuenta:

  • Reserva el tour con bastante tiempo de anticipación y ten copia digital de tu pasaporte al momento de hacerlo. El tour que nosotros reservamos nos costó $96000 KRW.
  • Lleva contigo tu pasaporte.
  • Empaca liviano.
  • Vístete apropiadamente: no puedes ir ni en pantaloneta, ni en vestido ni con camisa escotada. Ponte pantalón, una camisa conservadora y zapatos cómodos y cerrados.
  • Lleva dinero en efectivo para el almuerzo, la estación del tren de Dorasan, la tienda de recuerdos y monedas de 500 KRW para los binoculares.
  • El lente de la cámara que lleves al JSA no puede pasar los 90 mm.
  • Ve bien alimentado o lleva pasabocas porque no comerás sino hasta la hora del almuerzo.
  • Si hay alguna tensión inesperada o inconvenientes de logística en el borde, puede que cancelen tu tour o la entrada a alguna de las áreas esté restringida.

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8 comentarios en “¿Cómo es visitar la frontera entre las Coreas?”

  1. Avatar

    Hola Andrea soy de argentina. Muy bueno y útil te pagina/blog llegue como primer resultado en Google por buscar vivir en corea motivado siempre por viajar y desarrollarme en otros países que no sean los tradicionales y termine leyendo otras Nnotas tuyas se nota tu calidad al crear contenido muchas suerte con tu nueva vida allá.

  2. Avatar
    Dolores Esperanza

    Muy bonita experiencia a mi siempre me gusto las costumbres asiáticas como las de China Japon y Corea espero un día visitar Corea del Sur y hacer este tour entre la frontera de Corea del Sur y del Norte tiene que ser alucinante y conocer el país sus costumbres tradiciones y su gente felicidades por tu artículo me encantó

    1. Avatar

      Muchas gracias, Dolores! Así como dices, es alucinante! Me encantaría me contaras cuando tengas la oportunidad de conocerlo :) Saludos!

    1. Avatar

      Hola David! Muchas gracias :) Y sí, es una experiencia inolvidable! Vale la pena mucho ir allá. Me alegro hayas ido también! Saludos

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