Durante nuestra corta estancia en British Columbia —Canadá— decidimos ir por dos días a Whistler, una villa a dos horas de Vancouver que tiene el resort de esquí más grande de norteamérica. Compuesta de dos montañas (Whistler y Blackcomb) conectadas por la famosa Góndola Peak 2 Peak, prometía ser la mejor actividad al aire libre de nuestro verano.
¿Sería que sí?
Sí y no, pues terminó por alegrarme el rato por razones que ni planeadas tenía.
Breve historia de Whistler
Antes de 1960, esta villa no tenía suficiente infraestructura. No fue sino hasta 1962 que 4 ciudadanos de Vancouver comenzaron a explorar el área y a adecuarla para ofrecer Whistler como lugar para los Olímpicos de Invierno de 1968. La construcción tomó 4 años, y en 1966 se abrió oficialmente la montaña de Whistler.
Aunque el objetivo original del desarrollo de Whistler fueron los Olímpicos, no fue sino hasta 2010 que dicha villa fue el anfitrión, junto con Vancouver, de los Juegos Olímpicos de Invierno.
La travesía
Durante el verano en Whistler, tanto la bicicleta de montaña, como montarse en la famosa góndola Peak 2 Peak, son dos de las actividades que atraen a los turistas. Habíamos acabado de montar bicicleta tándem en Vancouver y, claramente, montarla en la montaña no era para mí. Así pues, subirse a la góndola y caminar un rato en la montaña era mi plan perfecto.
Decidimos aventurarnos y subir al mirador más alto de la montaña. Mira el video para ver la travesía completa.
Fuente: whistlerblackcomb.com
Para llegar a éste, debes subir primero 3/4 de la montaña por medio de la red de góndolas, y luego, caminar unos 10 minutos más y coger uno de esos metro cables que parecen un columpio.
Esta, terminó por ser la más temerosa parte de todo el recorrido.
¿Y por qué?
(Te doy un hint: en el metro cable no hice más que pensar: no mires para atrás… ¡no mires para atrás Andrea!)
Por otro lado, la góndola Peak 2 Peak, es la única que conecta dos picos de dos montañas, y está galardonada a nivel mundial por ser la más larga de su clase sin soporte de por medio.
Aunque le tengo nervios a las alturas, las góndolas me encantan. A diferencia del otro metro cable que cogimos para el mirador, esta Peak 2 Peak se siente más que robusta.
Pero bueno, al final no fue la sola montada en la góndola que me dejó perpleja, sino lo que pasó estando en ella.
¿Y qué pasó en ella?
¡No dejes de ver el video para averiguarlo!