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Compartiendo mi casa en Airbnb

Andrea, ¿estás loca? ¿Cómo dejas que extraños se queden en tu apartamento? ¿Cuéntame bien como es eso de Airbnb? ¿Eso si es seguro? Estas fueron las preguntas que mis amigos y familia me hicieron cuando les conté que mi habitación de huéspedes estaba en arriendo en Airbnb. Bueno, por lo menos después de responderles acerca de la empresa, se dieron cuenta que no era tan malo y, que al contrario, era una buena forma de ganarse platica extra. Aquí, les contaré como ha sido mi experiencia y por qué sí o por qué no lo seguiré haciendo.

Primero lo primero, ¿qué es Airbnb?

Airbnb es una plataforma social que, como viajeros, nos permite alquilar una casa, un apartamento, una habitación, un carrocasa, una mansión, entre otros; y como anfitriones, nos permite ofrecer aquellas propiedades a viajeros interesados. Actualmente, Airbnb está en más de 190 países, 34.000 ciudades, y tiene 1.000.000 de propiedades listadas en el mercado, lo que la hace ser la empresa de hospitalidad más grande del mundo.

Su historia también es interesante

Resulta que dos jóvenes, conocidos como Brian Chesky y Joe Gebbia, estaban viviendo en un apartamento arrendado en San Francisco en el año 2007. Sin tener lo suficiente para cubrir el pago mensual, vieron la oportunidad de obtener ingresos rentando su sala con unos colchones inflables y un desayuno ligero a tres desconocidos que venían a la conferencia de diseño industrial y no tenían donde quedarse. Los hoteles en San Francisco estaban copados. Así, nació AirBed (cama inflable) and Breakfast (desayuno) en el 2008, lo que más adelante se convertiría en lo que hoy conocemos como Airbnb.

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Nuestra propia historia con Airbnb

Al mudarnos a USA, yo no tenía trabajo y hablaba un inglés a medias. Con una habitación de huéspedes que estaba en desuso y con mi deseo de conocer el sector de la hospitalidad, decidimos listar nuestra habitación en Airbnb. Yo, no tenía ni idea de esta empresa, pero Brendon sí la conocía y hasta tenía un perfil. Airbnb nos mandó un fotógrafo profesional y a los pocos días tuvimos nuestro primer huésped.

Era todavía invierno, y un estonio con residencia en Canadá que estaba en la ciudad por negocios, quería explorar el centro durante el fin de semana. Como anfitriones primíparos teníamos un poco de nervios… ¿Qué tenemos que decir? ¿Qué hacer? ¿Qué tal será este huésped? El huésped era primíparo en Airbnb también, era un poco inquisitivo, charlador, y ¡hasta quiso acompañarme en mi rutina de ejercicios que estaba haciendo frente al Xbox!

Ya hemos tenido más de 100 huéspedes de diferentes partes del mundo. El nervio ya ha disminuido bastante, aunque todavía sigue ahí… latente.

¿Qué he aprendido estos años de ser anfitriona en Airbnb?

  1. Ser anfitrión no es “fácil”. No es solo poner tu propiedad en la web y entregar las llaves, sino también se debe ser conserje, consejera, muchacha del servicio (a no ser que le pagues a alguien para que limpie), recepcionista y auditora.
  2. Todo depende de las expectativas tanto del anfitrión como del viajero. ¿A qué me refiero?
  • Hemos tenido unas pocas reservaciones en donde se cree que todo el condo es el que está en alquiler, no solo la habitación. Ahora, nos aseguramos que nuestros huéspedes futuros hayan leído la descripción y sepan bien a donde llegan.
  • Tuvimos otros huéspedes que pensaron que llegaban a un “hostal”. Cometimos el error de darle a una pareja el código de entrada programado exclusivamente para ellos, pues estábamos en un evento. Al llegar, escuchamos gritos eróticos provenientes de la habitación. Esa noche ni los conocimos. Al día siguiente, hicieron uso desmesurado de la cocina, del centro de entretenimiento y rebuscaban utensilios ajenos abriendo todos los cajones sin siquiera preguntar con anterioridad. Después de ello, chequeamos a todos los huéspedes personalmente, hemos quitado la cocina de nuestra lista de facilidades, y preguntamos cuál es el motivo de visita. No aceptamos toda reserva, pues al fin y al cabo es un hogar, no un hostal.
  • Ofrecer desayuno es una opción, más no una obligación. Aparentemente, ello no es claro por el nombre de Airbnb y algunos huéspedes esperaban tener comida en la mañana. Una pareja ya de edad que venía de Holanda, acostumbrada a los BnB’s de Europa, esperaba que se les sirviera el desayuno, el café, y tener una charla con nosotros al mismo tiempo. Sus expectativas eran completamente diferentes a lo que ofrecemos, y desde ahí también dejamos en claro que no se ofrece desayuno pero sí recomendaciones de restaurantes y cafés en el barrio.

Ha sido mucho más lo bueno que lo malo

Las experiencias que les conté anteriormente, son una minoría con respecto a la totalidad que hemos tenido. La mayoría han sido experiencias enriquecedoras, hemos conocido gente de todo el mundo, hemos aprendido cosas que de otra manera no lo hubiéramos hecho, y hemos recibido detalles de agradecimiento.

También hemos sido afortunados de que destacados huéspedes hayan decidido quedarse con nosotros… Como la señora inglesa que estaba en año sabático después de que su esposo falleció; como el director de producto de Airbnb con el que compartimos una cerveza; como el artista que vino a dibujar a Denver y a las pocas semanas nos mandó el estupendo producto final; como la niña que también tiene un blog y le apasiona el marketing… ¡Estas son las historias que uno recuerda!

Airbnb Open

En Noviembre del 2014 tuvimos la fortuna de ir al primer evento que Airbnb realizó para los anfitriones en San Francisco. No solo fue educativo e informativo, sino que también fue divertido y emotivo. Se premiaron a los “Super Host”, se compartieron historias conmovedoras, hubo desayuno, almuerzo y comida, baile, música y sesiones de preguntas y retroalimentación.

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Fue un evento donde por primera vez nos sentimos reconocidos, apoyados y escuchados. Nos dieron las nuevas buenas, y nos recibieron con los brazos abiertos.

Ah bueno, y ¡también conocí a Brian Chesky! Co-fundador y gerente de Airbnb.

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¿Seguiré siendo anfitriona en Airbnb?

Con tal de que donde vivamos sea permitido, la respuesta es sí. Sí, por los huéspedes que uno recuerda alegremente, y ¡sí por la platica extra!

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2 comentarios en “Compartiendo mi casa en Airbnb”

  1. Avatar

    Hola Andrea! gracias por compartir tu experiencia, quiero unirme a la comunidad de AirBnB como anfitrion y me has dado luces sobre algunas dudas que tenia sobre el cómo ser anfitrion, saludos desde Bogotá 😊👍

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